Durante décadas la crianza de perros de pastor se desarrolló con un objetivo estrictamente funcional: seleccionar cualidades como la inteligencia, la agilidad, la diligencia, la iniciativa y la resistencia de los perros que desempeñaban esta labor; así se fueron fijando, generación tras generación, los rasgos típicos del temperamento de estos perros, que aún hoy conservan.
En la actualidad, el apasionante deporte o disciplina de pastoreo deportivo, en sus múltiples modalidades, permite a sus practicantes mostrar las capacidades del perro así como la pericia de su entrenamiento mediante la realización de ejercicios de manejo de un rebaño, simulando el pastoreo "real". ¡Un deporte exigente y apasionante!