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Mi perro me gruñe ¿qué hago?

El gruñido, el gesto de arrugar el morro dejando libres los belfos y enseñar los dientes, son signos del lenguaje canino y de su modo de comunicarse con nosotros y con sus semejantes. En este caso es una señal de amenaza, una forma de intimidación, y en general estas señales pueden anticipar una agresión. Entender por qué nos gruñen es primordial para entender y corregir esta conducta.

Qué hacer si tu cachorro te gruñe

En muchos casos este comportamiento se inicia a temprana edad, el cachorro se muestra reacio a aceptar las normas familiares y lo expresa gruñendo o enseñando los dientes. Es importante que desde el primer día que esté en nuestra casa, el cachorro se acostumbre a este ejercicio básico: le ponemos su bol de pienso y mientras él come, le acariciamos unos segundos, o metemos la mano en su bol; la reacción de un cachorro equilibrado será simplemente seguir comiendo o esperar algo ansiosamente a que terminemos de manipular su cuenco, incluso muchos mueven el rabito en cuanto sienten nuestra caricia mientras se concentran con ahínco en su tarea favorita ¡comer!   No se trata de importunar `sistemáticamente´ al cachorro mientras come (se crearía una asociación negativa: comida es igual a molestia), el objetivo es que toleren con naturalidad nuestra presencia en ese momento, incluso alguna vez, podemos pasar cerca y añadir algún `premio´ al cuenco mientras el cachorro come, para que asocie nuestra proximidad con algo positivo. Sin embargo, si el cachorro en ese momento nos gruñe o se muestra desafiante, porque cree que está `protegiendo su comida´, hay que corregir esa conducta:
  • Enseña a tu cachorro a sentarse antes o mientras le estás poniendo la comida en su cuenco
  • Si te gruñe, dile un `no´ firme y rotundo. Una vez que continúe comiendo, le vuelves a acariciar y continúas haciéndolo en cada comida, hasta que no gruña nunca más. Es esencial ser persistente
  • El cachorro (y el perro adulto) debería disponer de un tiempo razonable y fijo para comer, y una vez terminada su comida y aunque se haya dejado algo en el cuenco, hay que retirársela. En el medio salvaje la comida es el recurso más preciado, y en casa, el cachorro debe percibir que somos nosotros quienes le ponemos y le quitamos su cuenco de pienso, esto es importante para que respete el liderazgo, que le ayudará a sentirse seguro y confiado
Si lo pasamos por alto, este hábito seguramente se perpetuará cuando sea adulto, ya que el desagrado que expresa de cachorro será una conducta agresiva cuando crezca, por ello no hay que subestimar esta actitud y pensar que es una `gracia´ de nuestro pequeño. Si nos gruñe mientras jugamos, al reclamar un juguete, al acariciarle o en cualquier otra situación, hay que decir igualmente `no´, detener inmediatamente el juego o los mimos, y mostrar indiferencia hacia él, generalmente los cachorros reaccionan rápidamente ante esto, ya que lo que más desean es que nosotros les prestemos atención e interactuemos con ellos.

Observar qué provoca que nuestro perro nos gruña

Tendremos que fijarnos en qué sucedió para que reaccionara así: puede ser que se haya asustado, que le hayamos obligado a hacer algo y no desea hacerlo, un contacto visual directo, o cualquier otro estímulo.

Mi perro me gruñe jugando

Es esencial valorar qué tipo de gruñido y en qué contexto se produce, no todas estas `expresiones caninas´ son iguales ni obedecen a los mismos motivos. Uno de los dilemas más frecuentes de los propietarios es la combinación juego-gruñidos, que es tolerable ya que expresa excitación y alegría, siempre que no se sobrepase un determinado umbral.

Mi perro me gruñe cuando está asustado o le duele algo

Muchos perros que son amables y afectuosos con nosotros siempre, pueden tener este tipo de reacción cuando algo les provoca pánico, como las tormentas, los fuegos artificiales, gritos o ruidos que les incomodan, en este caso el estrés es la causa del gruñido, por ello es beneficioso intentar disminuir los factores de ansiedad. El dolor también puede provocar esta reacción, y muchos propietarios lo observan al ir a acariciar a sus perros en alguna zona lastimada o, por ejemplo, cuando deben realizarles las primeras curas en casa tras una operación, en esta situación puntual hay que ser pacientes y proceder con suavidad y cautela, para que se sienta confiado. https://blog.arion-petfood.es/han-operado-a-mi-perro-3-claves-para-cuidarle-en-casa/

Mi perro me gruñe cuando le toco alguna parte del cuerpo

Muchos perros se muestran `quisquillosos´ cuando les tocamos donde no les gusta, zonas como las `manos´ o los cuartos traseros suelen ser las más frecuentes, pero cada perro tiene la suyas. El gruñido se evitaría tan solo evitar palparles ahí, pero es importante recordar que lo ideal es que un perro se deje manipular en todo su cuerpo con total tranquilidad, ya que en un futuro nos resultará útil si necesitamos administrarle algún tratamiento médico (ponerle el termómetro, aplicarle pomadas o hacerle curas, por ejemplo) y para su aseo cotidiano.

Si tu perro te gruñe, acude a un educador profesional

Si el perro tiene a repetir el gruñido, y, ni desviando su atención a otra cosa y premiando cuando esté relajado, conseguimos modificar esta conducta, es el momento de pedir asesoramiento a un educador profesional cualificado para guiarnos en el proceso de su reeducación. Contacta con nosotros para saber qué pueden hacer los productos ARION para ayudarte a mantener la salud y el bienestar de tu perro. Si tienes un cachorro, sigue en Instagram todos nuestros artículos y consejos para su salud, educación y bienestar  Instagram de Arion: @arionpetfoodspain