Por qué no debes dar ajo y cebolla a tu perro

Muchos propietarios de mascotas todavía conservan la creencia de que alimentarlas con ajo o cebolla repele y elimina a las pulgas que habitan en nuestro peludo amigo, siendo además carentes de efectos secundarios por ser alimentos naturales ¿Es cierto eso?
No sólo no es cierto, sino que es peligroso, pues pueden resultar tóxicos. Ningún estudio avala la actividad repelente del ajo o la cebolla sobre las pulgas u otros ectoparásitos, pero sí su toxicidad.
Si administramos cebollas en gran cantidad a nuestro perro, desarrollarán un tipo de anemia llamado anemia hemolítica que, en los casos más graves, puede llegar a causarle la muerte, pues produce la destrucción de los glóbulos rojos circulantes.
Los síntomas por la intoxicación varían en intensidad pero normalmente son vómitos y diarrea de manera inmediata, para días más tarde aparecer depresión, fiebre y orina de color oscuro.
Si, por error nuestro o accidente, nuestro perro ingiere cebolla en cantidad suficiente como para sospechar de una intoxicación, debemos recurrir rápidamente al veterinario. Hemos de tener cuidado, pues a muchos perros les gusta el sabor de la cebolla y pueden comer “más de la cuenta”.
Sólo podremos, por tanto, dar a los perros alimentos que contengan ajo y cebolla en pequeñas cantidades.
En al caso de la lucha contra los parásitos externos, como las pulgas, es nuestro veterinario quien debe aconsejarnos sobre cuál es el producto más adecuado, eficaz y seguro para nuestra mascota. Como vemos el ajo y la cebolla resultan peligrosos y no actúan de ninguna manera sobre las pulgas de nuestro amigo, aunque sí sobre su aliento.

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