Son muchos los propietarios que manifiestan que sus perros no paran quietos, no se cansan nunca, no aprenden rutinas o son incapaces de encontrar momentos de relajación y calma. Este tipo de comportamiento dificulta la convivencia diaria.
Sin embargo, hay que distinguir entre los perros que, siendo muy activos y enérgicos son equilibrados y están perfectamente adaptados a la vida familiar, y aquellos otros que presentan una hiperactividad errática, constante, sin capacidad de concentración. El diagnóstico del veterinario o del etólogo es esencial para solucionar con éxito el problema.
La hiperactividad canina motivada por falta de rutinas o de educación
La hiperactividad es una conducta anormal en los perros; se observa generalmente en los canes que tienen grandes dificultades o imposibilidad de seguir rutinas cotidianas, o lo hacen de una manera incompleta, inconexa y desordenada física y emocionalmente.
Son perros cuyo `modo de vida´ es reaccionar constantemente con una expresividad y movimientos exagerados ante cualquier estímulo, por pequeño que sea, una y otra vez.
La escasa implantación de hábitos desde cachorro, un vínculo débil o incorrecto con su propietario, la privación de ejercicio físico o actividad insuficiente o la carencia de socialización suelen estar tras este tipo de hiperactividad, que no está causada por ninguna patología.
Al igual que el ejercicio, los paseos o el deporte son imprescindibles para todos los perros, cada uno en la medida de sus necesidades, la estimulación mental y los incentivos cognitivos son también esenciales para el desarrollo de un comportamiento estable.
Es muy importante que los perros reciban un aprendizaje placentero y positivo desde que llegan al hogar, ya que esforzarse en asimilar conocimientos y patrones correctos de comportamiento les proporciona confianza y seguridad en sí mismos, certidumbre en su entorno, les ayuda a gestionar la frustración y favorece el desarrollo de su capacidad de concentración en un objetivo; además, así conseguimos una relación estrecha y armónica con ellos.
La hiperactividad canina por causas patológicas
Es un trastorno conocido como hiperquinesia o hiperquinesis, de hiper-, el griego κίνησις kínēsis ‘movimiento’ y -ia), poco frecuente en los perros. Se trata de una patología del sistema nervioso similar al déficit de atención en los seres humanos.
Un perro hiperactivo puede hacer esto
Los perros pueden ser muy activos, juguetones y algo `alocados´ de una manera natural durante momentos del día, cuando necesitan liberar su energía o reclamar atención, también pueden mostrar inquietud puntualmente si sienten dolor o incomodidad, estos son patrones de comportamiento absolutamente normales.
La actividad intensa y constante en los cachorros es también normal, ya que es su forma de explorar su entorno, relacionarse y aprender, conforme van madurando esta hiperactividad `infantil´ aminora.
La hiperactividad es un trastorno que hace que el perro vive en un continuo estrés, ya que se basa en la repetición constante y habitual de algunos de estos signos, o de todos ellos:
-Incapacidad de relajación, incluso en un entorno tranquilo y seguro.
-Búsqueda constantemente de la atención de su propietario, generalmente con gestos y vocalizaciones exageradas, con desasosiego.
– Reacciones reactivas y nerviosas frente a cualquier ruido, presencia de otros perros, otros animales o personas extrañas.
-En ocasiones, se observa un ritmo cardiaco y respiratorio elevados, aunque esté en reposo.
– Falta de concentración y de atención, es incapaz de realizar hasta el final un ejercicio o una norma que se le enseña.
– Jugar de una manera hiperexcitada y descontrolada.
– Problemas para dormir de una manera profunda y reparadora, suelen tener un sueño muy ligero, despertándose sobresaltados ante el menor ruido.
– Actividad incontrolada sin ningún propósito.
-Algunos perros hiperactivos no son capaces de controlar sus esfínteres.
-En ocasiones, algunos perros muestran conductas destructivas tanto en presencia como en ausencia de su propietario.
Mi perro es hiperactivo ¿qué hago?
El primer paso para modificar esta conducta es consultar con un veterinario o un etólogo canino, para que te ayuden a establecer si tu perro simplemente es muy activo o presenta un trastorno de hiperactividad.
El veterinario puede realizarle un examen neurológico o las pruebas que precise para establecer que no existe ninguna patología causante de este comportamiento, en cuyo caso, un profesional de la educación canina será una opción óptima para que analice cómo es el ambiente del perro, qué tipo de educación ha recibido y cuáles son sus reacciones ante los estímulos cotidianos.
Como norma general, no hay que recompensar las conductas hiperactivas (o cuando el perro está hiperexcitado), tampoco hay que sancionarlas, simplemente ignorar completamente al perro cuando se encuentra en ese estado y premiarle solo cuando esté en calma, la educación mediante el refuerzo positivo es muy eficaz con este tipo de perros.
- El ejercicio físico adaptado a la necesidad de tu perro, ya que muchos perros de razas de trabajo y deportivas requieren una actividad física intensa a diario para liberar su energía.
- La práctica de deportes caninos como agility o canicross suele dar excelentes resultados, ya que se combina el ejercicio físico intenso al aire libre, con el aprendizaje y la concentración que se requiere para su práctica.
- Los juegos de olfato o la creación de circuitos o ejercicios de estímulos cognitivos, para ayudarle a mejorar su capacidad de concentración y atención.
Este artículo es informativo, solo los profesionales veterinarios tienen la facultad de establecer diagnósticos y prescribir tratamientos. Te recomendamos que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier síntoma.
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