Los perros ven en blanco y negro, ¿seguro?

Al contrario de lo que generalmente se cree, los perros no solo ven el mundo en blanco, negro y gris. De hecho, tienen la capacidad de ver colores.

En el año 2009 los investigadores rusos Jau Badridze, Anna Kasparson y Vadim Maximov llevaron a cabo un experimento científico para comprobarlo. Comenzaron la prueba colocando cuatro cajas enfrente de cuatro perros, una delante de cada uno. Cada caja contenía un pequeño pedazo de carne y se marcaron con etiquetas de diferentes colores; azul claro, azul oscuro, amarillo claro y amarillo oscuro, solo una de ellas fue desbloqueada y etiquetada siempre con el mismo color, amarillo oscuro. Los perros aprendieron con rapidez que la única caja que podía abrirse y acceder a la carne era la de color amarillo oscuro.

Más tarde cambiaron la etiqueta de las cajas. Los perros que habían aprendido que la caja contenedora de carne estaba etiquetada de color amarillo oscuro, en esta ocasión, podían elegir solo entre amarillo claro y azul oscuro. Los perros volvieron a elegir el color amarillo, aunque fuese claro, lo cual quiere decir que pueden diferenciar objetos en base a los colores y no al brillo (claros u oscuros). Después de noventa ensayos, la gran mayoría de los perros utilizaba el color para determinar qué caja era la que contenía la carne.

Si nos comparamos, los seres humanos percibimos más variedades de colores y de manera más nítida. El sensor del ojo es la retina, en la que existen dos tipos de células receptoras; los conos y los bastones. La percepción cromática de lo que vemos se realiza mediante la excitación de los conos, que son sensibles al color. ¿Dónde radica la diferencia? Estos conos en los humanos representan un 100% de las neuronas fotorreceptoras en la zona central de la retina pero en los perros solo son el 20%, por lo tanto, aunque pueden ver colores, esa diferencia de conos hace que no lo consigan con la misma definición que las personas. Parece ser que los colores que mejor distinguen los perros son el azul y rojo y poseen una visión dicromática (solo distinguen dos de los tres colores primarios) frente a la visión tricromática de los seres humanos. Pero no cantemos victoria, los perros nos superan a los humanos por goleada en el número de bastones, que son los receptores de la luz, por ello ven muchísimo mejor que nosotros de noche y son capaces de captar los movimientos con mayor facilidad, lo cual les permite cazar en la oscuridad.

Por tanto, la corriente afirmación de que los perros ven en blanco y negro es tan solo una leyenda urbana. Podemos afirmar que los perros ven la vida en color, aunque sea diferente a como lo vemos nosotros.
Como dice el refrán, «Para gustos, los colores».

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