A nivel médico y veterinario a un parto difícil se le denomina distocia. Si nuestra perra está de parto, ¿qué puede pasar?, ¿cómo sé que algo no va bien?, ¿cuándo he de llamar al veterinario? Vamos a intentar dar una visión general en 5 sencillos puntos:
1. ¿Por qué ocurre?
Este problema puede ocurrir como resultado de factores maternos o fetales. Anomalías en la presentación, la postura y la posición del feto en el útero pueden dificultar su descenso por el canal de parto. Igualmente un tamaño excesivo o la muerte fetal provocarán un parto difícil.
En lo que a la madre respecta, la inercia uterina (inactividad) puede ser primaria o secundaria. La inercia primaria se caracteriza por un fracaso a la hora de comenzar las contracciones uterinas y la inercia secundaria por un cese de las contracciones uterinas debido a la fatiga del útero. Esta última condición a veces se produce cuando el tiempo de parto se ha alargado y supone una fatiga excesiva a los músculos uterinos, incapaces de satisfacer la demanda que supone.
Además de la inercia, una pobre prensa abdominal, infección uterina, diabetes gestacional, un canal pélvico pequeño, con conformación anómala congénita o por lesiones anteriores, deficiente dilatación o ruptura uterina son otras causas de distocia que implican a la hembra.
2. Las 3 etapas del parto
Hay tres etapas en un parto. La primera conlleva el inicio de las contracciones uterinas, la relajación del cuello del útero, y la ruptura del saco o membrana. La perra puede está inquieta, nerviosa y ocupada en la anidación.
La segunda etapa del parto se produce cuando los fetos son expulsados por las contracciones uterinas. Generalmente en los perros la duración media, hasta la primera expulsión fetal, es menor de cuatro horas. A partir de ahí, los siguientes nacimientos pueden sucederse cada 20 – 60 minutos, pero pueden presentar un intervalo tan largo como 2 – 3 horas. Es importante tener en cuenta esta variabilidad en el tiempo antes de intervenir.
La tercera etapa es la expulsión de las membranas fetales. Puede producirse entre nacimientos y al final del parto.
3. ¿Cómo identifico si mi perra tiene complicaciones en el parto?
- Si ha transcurrido más de media hora desde el inicio de las contracciones abdominales y no ha nacido ningún cachorro.
- Si ha transcurrido media hora después del nacimiento de un cachorro, la perra sigue teniendo contracciones fuertes y no hay ninguna señal de otro cachorro.
- Si un cachorro se encentra atascado y la perra no puede dar a luz.
- Una secreción vulvar verdosa o de mal olor presente hasta 12 horas después del parto.
- Quejidos o muestra de signos de dolor.
- La presencia de secreción verdosa con sangre antes del primer nacimiento o entre fetos.
4. ¿Existen factores predisponentes?
Condiciones como las descritas a continuación pueden predisponer a una perra a sufrir problemas en el parto:
- Edad
- Razas braquicéfalas (Bulldog francés, inglés, Boston Terrier) y razas toy
- Obesidad
- Cambios abruptos en el ambiente de la perra antes del parto.
- Historia previa de distocia
5. ¿Qué debo hacer?
Lo primero y primordial, ¡nunca actuar por cuenta propia! Debemos contactar con nuestro veterinario que nos indicará qué es lo más adecuado y si debemos llevar a nuestra perra a que reciba atención médica. Si es así, evaluará medicación, manipulación o intervención quirúrgica (cesárea) según sea necesario tras una exploración clínica y diagnóstico por imagen, bien radiológico o ecográfico. Nos asesorará, asimismo, sobre el manejo posterior de la madre y los cachorros.
Del mismo modo, si nuestra perra pertenece a un grupo de riesgo, bien por edad, raza o antecedentes de distocia, debemos consultar las posibles complicaciones y el manejo en caso de gestación para estar preparados para cualquier eventualidad.
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