La importancia de la protección de los carpos en el perro deportista

En los carpos , los perros deportistas pueden padecer patologías que están relacionadas directamente con la práctica deportiva que desarrollen habitualmente.

Una articulación sometida a presión

Es una articulación que está sometida a impacto directo contra el suelo. Por ejemplo, los perros de agility caen siempre sobre la misma pata, con lo cual siempre estará sometida a más presión.No solamente puede resultar afectada la articulación en sí, debido a traumatismos o sobreesfuerzos como es el caso de los perros de carreras de larga distancia, sino los tendones o ligamentos inherentes a la misma.
Cabe destacar que cuando el daño es articular por sobreesfuerzo –carreras de larga distancia– o por la aparición de procesos degenerativos como artrosis –carreras de velocidad¬– el dolor o molestia mejoran con el movimiento, es decir, mejoran “en caliente” , mientras que cuando la molestia o cojera es tendinosa o muscular empeora con el ejercicio.


Debemos chequear siempre el carpo en nuestros perros deportistas. Una simple movilización del mismo y una leve presión a la flexión nos indicarán si está dolorido. También debemos examinar los músculos flexores (en la parte interna del brazo) para ver si se hayan calientes o inflamados.

Siempre que una cojera procedente del carpo no mejore con reposo, debemos acudir a un veterinario especialista, pues podemos encontrarnos ante una patología que precise tratamiento quirúrgico o rehabilitador.

Protección de los carpos en el perro

Las tendinopatías e incluso las avulsiones (desinserciones del tendón en su unión al hueso) pueden suceder en perros deportistas, sobre todo aquellos que trabajan en terrenos irregulares y superficies duras. El tratamiento consiste en la reparación quirúrgica, seguido de un periodo de convalecencia, recuperación y posterior rehabilitación hasta el retorno a la actividad normal. La más frecuente es la avulsión de la inserción del flexor ulnar del carpo, en la que el perro presentará una hiperextensión del dicha articulación.

El tratamiento de desgarros o inflamaciones en los tendones puede ser conservador, con tratamiento de láser utilizado para estimular la curación en la inserción y aumentar la resistencia de las fibras curadas.

¿Cómo podemos prevenir estos problemas?

Examinaremos siempre el carpo y los flexores de nuestro amigo tras un entrenamiento o competición. En caso de molestia, o predisposición del perro a padecer sobrecarga del mismo, podemos efectuar un masaje y estiramiento, y estabilizar y comprimir suavemente la zona con un protector carpal de neopreno específico mientras el animal se encuentra reposando. De esta manera facilitaremos la recuperación tras el esfuerzo y estaremos listos para la siguiente competición o entrenamiento.

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