Han operado a mi perro. 3 claves para cuidarle en casa

Tras pasar por el quirófano, generalmente el perro convaleciente necesitará cuidados y atenciones especiales en casa, para recuperarse lo más rápido y mejor posible, y volver a su vida diaria. Dependiendo de la magnitud de la operación, este periodo postoperatorio puede variar en su duración y en la dedicación que debemos prestarle. En casa, los propietarios pueden implicarse, y mucho, para que su perro se recupere perfectamente, estas 3 sencillas recomendaciones pueden ser de ayuda.

1 Si han operado a tu perro sigue al pie de la letra las indicaciones del veterinario

Seguramente, nuestro veterinario prescribirá algún medicamento (antibiótico, analgésico o antiinflamatorio, por ejemplo) que nuestro perro deberá tomar a las horas pautadas por el profesional. Es muy importante ser disciplinado y no saltarse ni una toma. Resulta útil apuntar cada medicina que debe tomar y las horas e ir tachando una vez que se lo hayamos administrado.  A veces resulta difícil conseguir que nuestro perro se trague las pastillas o los jarabes, aquí te indicamos algunos trucos para conseguirlo con éxito

En el caso de que haya puntos o herida, es importante preguntar a nuestro veterinario cómo debemos proceder si hay que limpiarla o cambiar el vendaje o apósito. Hay que estar atento por si observamos cualquier cambio en la herida o en la zona de la operación (inflamación, supuración o enrojecimiento) para comunicárselo rápidamente al veterinario. Si la herida debe permanecer vendada algunos días, deberemos vigilar que la venda esté siempre limpia y seca.

Uno de los mayores quebraderos de cabeza cuando tenemos un perro recién operado en casa es impedir que se lama la herida o se la mordisquee y se arranque los puntos. El collar isabelino (el popular cono) o colocarles la típica camiseta holgada ayuda mucho, pero no hay que bajar la guardia, ya que al menor descuido intentarán quitárselos. En estos primeros momentos es deseable que no se queden solos en casa, para evitar que ellos mismos se arranquen las vendas y malogren la cicatrización de los puntos.

2 Si acaban de operar a tu perro, procura que esté lo más cómodo y tranquilo posible

Hay que ser conscientes de que cuando nuestro perro llega a casa tras una intervención, probablemente se sienta débil y cansado, tendrá dolor o molestias y puede que se encuentre algo desorientado o que quiera moverse y no pueda, por ejemplo. Nuestro afecto y paciencia serán decisivos para su bienestar. Tener un lugar cómodo y seguro en casa, preparado para recibirle es indispensable. Debe poder descansar tranquilo, sin alboroto y con una temperatura adecuada. Si tenemos otros perros, o niños en casa, es importante que estos primeros días no intenten jugar con él, ya que cualquier movimiento brusco podría tener repercusiones en la herida. Consultemos a nuestro veterinario cuándo puede volver a hacer actividad y ejercicio, que normalmente suele ser cuando la herida ya ha cicatrizado correctamente.

Dependiendo de la naturaleza de la operación y del lugar de su cuerpo afectado, quizá precise nuestra ayuda, los primeros días, para desplazarse a comer, beber o hacer sus necesidades, también para cambiar de postura, permanezcamos atentos a sus necesidades. Si observamos cualquier cambio en su evacuación de orina o deposiciones (no hace como es habitual, o le resulta dificultoso), es preciso decírselo al veterinario.

3 Recién operado, hay que observar cambios en el apetito o en el sueño de tu perro

Suele ser normal que las primeras horas o días tras salir de la clínica nuestro perro esté apático o falto de apetito. Nuestro veterinario nos indicará si puede volver a comer con normalidad, y entonces le podemos ir ofreciendo pequeñas dosis de su pienso habitual (si le gusta podemos rehidratárselo con agua templada, para que le resulte más apetecible); también hay que procurar que esté bien hidratado y beba la suficiente agua.

Algunos perros tardan un poco en adaptarse a esta nueva situación temporal y se muestran más inquietos de lo habitual por la noche. Es fundamental que los tengamos cerca para poder estar atentos para ayudarles por si necesitan moverse, o impedirles moverse si no deberían hacerlo, o precisan beber en esos momentos. Además, nuestra presencia les calmará.

El éxito de una cirugía también depende de nosotros, de nuestros cuidados y dedicación para que nuestro perro se recupere completamente y regrese a la vida normal sano y feliz.

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