Curioso, vigoroso y entusiasta, el «fantasma del bosque», como era conocido en su condado natal de Weimar (Alemania) fue criado exclusivamente por y para nobles y aristócratas y en la actualidad es uno de los perros más conocidos en todo el mundo.
El braco de Weimar, el perro de la nobleza
El braco de Weimar tiene un pasado de cazador aristocrático. En el siglo XIX el Gran Duque Carl August de Sajonia-Weimar-Eisenach (actual Alemania) y los nobles de su corte seleccionaron y criaron los primeros weimaraner, decretando que solo podían pertenecer a las personas más importantes del ducado y exclusivamente para la caza (principalmente mayor), por lo que durante mucho tiempo este perro permaneció ignoto para el pueblo.
Se trata de una de las razas de perros de muestra alemanes más antiguas que existen.
Con el discurrir del tiempo y los cambios tanto geográficos como sociales el weimaraner se popularizó como perro de muestra.
Gris «weimi», un color único
El peculiar color gris plateado de su pelaje es una característica hereditaria recesiva, por lo que los estudiosos están convencidos de que en la corte seleccionaron expresamente solo los perros de este color para que, generación tras generación, todos los bracos de Weimar poseyeran exclusivamente esta capa.
Se admiten estas tonalidades: gris plateado, gris ciervo o gris ratón así como transiciones entre estas tonalidades. En general, en la cabeza y en las orejas el color es más claro.
En cuanto al pelo, existen dos variedades: el weimaraner de pelo corto y el de pelo largo.
Como curiosidad, señalar que cuando son cachorros sus ojos son siempre de un intenso color azul cielo y al llegar a la edad adulta el color cambia tornándose en ámbar, de mayor o menor intensidad.
El braco de Weimar es un superatleta
El weimaraner es un perro de talla media-grande: de 59 a 70 centímetros a la cruz los machos y de 57 a 65 centímetros las hembras, con una silueta elegante y musculada, con un pecho poderoso y profundo. Es extraordinariamente ágil y resistente, por lo es un asiduo practicante de deportes caninos como el running, canicross o bikejoring.
El rey del sofá: dulce, afectuoso y entusiasta
El braco de Weimar es uno de los perros de familia más queridos en el mundo por su temperamento dulce, paciente, amistoso, juguetón, alegre y entusiasta; necesita vivir en un entorno activo y estimulante, ya que es muy enérgico y vital. Puede ser tímido y desconfiado con los extraños si no ha recibido una buena socialización desde pequeño.
Es importante saber que sus instintos cazadores pueden salir a flote rápidamente si por ejemplo vamos de excursión al campo con él, ya que tiene cierta fijación por rastrear y buscar.
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