El aprendizaje por observación o imitación consiste básicamente en la reproducción consciente de una conducta. Hasta hace pocos años no existía una confirmación de que los perros eran capaces de utilizar este proceso o método de aprendizaje, aunque se demostró en un estudio que los chimpancés sí eran capaces de desarrollar esta habilidad cognitiva*. Ahora se sabe que los perros también pueden hacerlo.
«Do as I do» («Haz lo que yo hago»), el método de aprendizaje canino por imitación
Este ensayo tuvo como protagonista a Philip, un pastor belga tervueren, que demostró que era capaz de aprender socialmente de los humanos e imitar acciones que previamente no había entrenado, posteriormente se unieron dieciséis perros más.
Uno de los múltiples ejercicios imitativos que realizó con éxito era tumbarse o llevar un vaso de plástico a una persona, después de haber visto a su entrenador hacerlo, tras observarle y recibir la indicación de hacer lo mismo.
La memoria episódica en los perros
Según declaró Fugazza en la revista «Current Biology», «En estas pruebas de imitación inesperadas, los perros se acostaron espontáneamente primero, a la espera de la orden. Cuando el propietario daba de manera inesperada la orden de imitación, los perros imitaron la acción demostrada previamente. Pero su memoria declinó rápidamente (es decir, menos perros imitaban) cuanto mayor fue el intervalo de tiempo».
Todavía se está estudiando el alcance de las habilidades imitativas en los perros, lo que abre un campo innovador a los métodos con los que les educamos.
Según explica Claudia Fogazza en su conocido libro «Do as I do» mediante este protocolo educativo el perro no aprende comandos, como en otros métodos, sino que debe asociar la palabra «hazlo» o cualquiera otra que se emplee para repetir o duplicar una acción concreta, es decir la palabra elegida abarca una idea «más abstracta» para el perro, la de imitar un gesto o acción concretos que previamente ha visto hacer a su propietario o guía.
La repetición es, al igual que en otros métodos de aprendizaje, una vía esencial para el éxito, ya que el perro irá aprendiendo que «hazlo» (o la palabra elegida) no significa un ejercicio en concreto, sino la capacidad de imitación social.
Según apunta la autora, a medida que se vaya consolidando la práctica, se pueden incorporar otras palabras para aprender órdenes más concretas como el seguimiento, el giro o habilidades como abrir cajones o encender interruptores de la luz.
* Estudio de Hayes KJ & Hayes C: «Imitation in a home-raised chimpanzee». J Comp Psychol, 1952.
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