En nuestro blog, en todas las entradas que hacen referencia a nutrición, siempre insistimos en la importancia de la elección de una alimento de calidad adaptado al crecimiento de nuestro cachorro. Ahora bien, igual importancia tiene establecer una rutina de alimentación para él. ¿Cuándo?, ¿cómo?, ¿cuántas veces al día? Lo explicamos en unos sencillos pasos.
- El alimento debe ser sano y equilibrado, formulado especialmente para cachorros y adecuado a su velocidad de crecimiento. Esto significa abstenerse de alimentos económicos para perros que contienen ingredientes de baja calidad. Si bien estos alimentos harán que el cachorro parezca lleno y satisfecho, no le están proporcionando todos los nutrientes que su organismo requiere. Pueden, además, repercutir negativamente en el crecimiento a largo plazo y su salud en general, así como causar malestar gástrico, estreñimiento o diarrea.
- En un principio, el horario de comidas de un cachorro debe incluir tres tomas al día, preferentemente a la misma hora, y en una cantidad medida. Según nuestros horarios, el mejor momento para la primera comida es a primera hora de la mañana, al mediodía para la segunda comida, y a última hora de la tarde para la cena. De esta manera tendrá tiempo suficiente para digerir su pienso y hacer sus necesidades una última vez antes de acostarse. Según la velocidad de crecimiento del cachorro, y siempre orientados por nuestro veterinario, mantendremos este esquema básico de alimentación hasta que el cachorro llegue a 14-18 semanas de edad, momento en el que deberemos pasar a dos tomas al día, a menos que el veterinario sugiera lo contrario.
- Evitar la sobrealimentación. Para mantener a nuestro cachorro en su peso saludable no debemos sobrealimentarlo, aunque esté pidiendo más. Esto es especialmente difícil con perros de algunas razas, que siempre parecen estar hambrientos y que están predispuestos a padecer sobrepeso. Tenemos que permanecer impasibles ante sus peticiones y suministrarle solamente la cantidad diaria recomendada para evitar una futura obesidad. Es muy importante en los cachorros dosificar correctamente la ración diaria, siguiendo las indicaciones del fabricante, y dividirla meticulosamente en las tomas determinadas.
- Elegiremos un lugar seguro. Lo alimentaremos en un sitio en el que no se sienta amenazado ni distraído, cerca de su cama o transportín si es donde duerme, para que se sienta seguro y desista de la tentación de orinar o defecar inmediatamente después.
- ¿Cuánto tiempo por comida? Debemos procurar que se concentren en el acto de comer. Si, a pesar de ello, no ingieren su ración, pasados veinte minutos les retiraremos la comida. Una correcta educación alimentaria evitará el apetito caprichoso y un perro mal nutrido en la etapa adulta.
- ¿Podemos dejar el alimento a su libre disposición? La respuesta es no. De esta manera sería imposible establecer una rutina de horarios de comidas y paseos posteriores para educar al cachorro a hacer sus necesidades fuera de casa. Además está completamente contraindicado ya que por su voracidad pueden comer más de lo que necesitan y posteriormente sufrir indigestiones y diarreas. Un exceso de ingesta continuado provocaría también un crecimiento demasiado rápido, con los riesgos estructurales que ello comporta, por no hablar del sobrepeso, tan dañino en los cachorros en desarrollo.
- Siempre dejaremos agua fresca a su alcance. Así como no es conveniente que tenga alimento en su comedero durante toda la jornada, es importante que nuestro cachorro tenga siempre acceso a agua limpia y fresca.
- ¿Es conveniente suplementar su alimentación? Nuevamente la respuesta es no. Eligiendo una alimentación equilibrada y adecuada, como siempre hemos apuntado, la suplementación puede ser incluso perjudicial para su salud.
Siguiendo estos ocho puntos, estaremos siguiendo un plan adecuado de alimentación basado en una dieta adecuada y unos horarios rutinarios que asegurarán la salud a largo plazo de nuestro cachorro.
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