4 cuidados básicos de tu perro tras la esterilización

La esterilización de tu perro o perra requiere unos cuidados postoperatorios en casa para garantizar una buena y rápida recuperación, que resulte lo menos estresante posible a nuestros perros. Os explicamos unas pautas básicas.

1 El perro no debe lamerse ni rascarse la herida

 Esta es la preocupación principal de los propietarios tras la cirugía, ya que al menor descuido de nuestra vigilancia, el macho o la hembra esterilizados aprovechan para realizar algo tan natural para ellos como lamerse la zona donde tiene la molestia, o intentar rascársela.

Que la saliva de los perros contiene enzimas curativas es un mito sin base científica; bien al contrario, la constante humedad en los puntos que provoca el lamido obstaculiza la cicatrización, puede reabrir la sutura (aunque sea intradérmica, es decir que los puntos no son visibles), y dejar paso abierto a las bacterias que provocarían una infección.

En este caso los veterinarios recomiendan el uso del collar isabelino o que el perro lleve una camiseta nuestra holgada (esta es una estampa muy habitual) durante al menos los primeros siete o diez días tras la intervención, para impedir que se lama la herida.

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2 Limpiar la herida y otros cuidados postoperatorios en casa

Mantener la higiene y limpieza de la herida es importante para el éxito de la cicatrización. Tu veterinario te dará las pautas para hacerlo correctamente (generalmente una o dos veces al día), que suelen consistir en aplicar una solución desinfectante en la zona con una gasa. Siempre hay que limpiar suavemente la zona, y desde dentro hacia afuera, para evitar infecciones.

Además, tras la esterilización el perro necesita tranquilidad en el hogar, especialmente el día que vuelve de la operación y mientras se desvanecen los efectos de la anestesia. Es importante mantenerle cómodo, caliente (la anestesia da frío), con agua disponible (si quisiera beber y el veterinario lo autoriza, le podemos dar nosotros mismos poco a poco si no quiere levantarse hasta su bebedero). Muchos perros no quieren comer en ese día, es normal.

El veterinario prescribirá un tratamiento farmacológico, generalmente antibióticos y analgésicos. Es fundamental que le demos la medicación siguiendo al pie de la letra las pautas del profesional. Cualquier anomalía que detectemos, debemos comunicársela y acudir a las revisiones de seguimiento de la operación.

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3 Evitar ejercicios bruscos tras la esterilización

Para evitar que los puntos se puedan abrir hasta la cicatrización, es importante que el perro no realice actividad física intensa, ni salte ni haga cabriolas. Por supuesto, salvo que exista alguna complicación, el perro podrá salir a la calle a dar un tranquilo paseo y hacer sus necesidades fisiológicas: es mejor no dejarle suelto para evitar contratiempos con la herida. 

4 Alimentación del perro tras la esterilización

El día de la operación, y a veces el siguiente, es habitual que el perro, recuperándose de la intervención y de la anestesia, no quiera comer, esté apático, vomite o tenga diarrea. Conviene que le ofrezcamos agua y el alimento en pequeñas cantidades, pero si observamos que esta pérdida de apetito dura más de dos días, consultaremos a nuestro veterinario.

Se sabe que uno de los principales cambios fisiológicos asociados a la esterilización es que el riesgo de obesidad se duplica, ya que está relacionada con los cambios que se producen en el metabolismo del perro. Como consecuencia de la reducción de hormonas sexuales (estrógenos y testosterona) se produce una ralentización del metabolismo similar a la que ocurre en animales geriátricos, pero a una edad más temprana y, a menudo, esto coincide con un mayor apetito en estos perros; así el aumento de peso vendrá determinado por un desequilibrio entre la ingesta de alimento y el gasto de calorías.

Los propietarios pueden consultar con su veterinario reducir el riesgo de obesidad mediante la alimentación y el fomento de la actividad física de su perro. Un pienso light, formulado para satisfacer estas nuevas necesidades es la opción más recomendable. Este alimento completo, aportará todos los nutrientes necesarios para el organismo del perro, pero disminuyendo su aporte calórico diario; además, gracias a la incorporación de fibras vegetales naturales especialmente seleccionadas, se favorece la sensación de saciedad entre comidas, tan importante para este grupo de perros; la presencia de L-carnitina en el pienso es también clave para estimular el metabolismo de las grasas y contribuir a la consecución y mantenimiento del peso ideal, así como la incorporación de un contenido óptimo en ácidos grasos omega3 que ayuda a reducir la inflamación de las articulaciones en los perros con sobrepeso.

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