Algunos de los problemas de conducta de los perros, e incluso algunos percances, se producen por que el perro no tiene aprendizaje en autocontrol en situaciones cotidianas. Estos tres sencillos ejercicios, que se pueden practicar en cualquier parte, le servirán para progresar en su educación, sin restarle espontaneidad a su comportamiento natural. El truco consiste en premiar siempre la tranquilidad.
1. Esperar tranquilo a comer cuando se lo indiques
Este ejercicio, que ya han incorporado muchísimos perros a sus hábitos diarios, es especialmente útil en el caso de los más glotones, perros que comen con ansiedad o que tragan aire (causante de problemas de gases y digestión) debido a la rapidez y avidez con la que ingieren su pienso.
Es importante comenzar cuando el perro es un cachorrito, aunque, en general, es un ejercicio sencillo que los perros sin dificultad también de adultos.
Es muy fácil:
1-Decide en qué posición el perro debe esperar tranquilo a que le pongas su pienso (sentado o tumbado)
2-Le ponemos dos o tres croquetas en el comedero y mientras las come le felicitamos, para que entienda que es un premio. Le felicitamos y le indicamos de nuevo que se siente tranquilo.
3-Le colocamos su cantidad recomendada de pienso y le decimos la palabra que elijamos: come, ahora, o cualquier palabra divertida que queráis.
2. Cruzar la calle (con correa) tranquilo
Trabajaremos en el bordillo de la acera, como el punto frontera que no debe traspasar si no se lo pedimos. Para que comprenda que no puede avanzar sin detenerse previamente, le miramos y le indicamos «sentado», «quieto», «stop» , «junto» (la palabra que conozca) antes de cruzar y cuando ya se pueda le decimos «ahora» o el término elegido.
Los perros suelen comprender muy rápidamente que el cambio de acera o cruzar por un semáforo significa la acción de detenerse previamente y esperar tu señal; aquí el contacto visual con él es importante, pues a muchos perros que cuentan con un nivel de aprendizaje elevado, simplemente con un gesto nuestro, de la cabeza o la mano, comprenden la situación.
Es una rutina que aprenden enseguida.
3. Saludar tranquilo, sin saltar encima de otras personas
Si quieres enseñarles a saludar (a nosotros mismos y a otras personas) de forma «poco alborotadora» y sin saltar encima, una vez más el truco consiste en premiar solo la calma.
Los siguientes ejercicios pueden resultar de ayuda:
1-Cuando nuestro perro comienza a saltar, es importante permanecer quieto, no establecer contacto visual con él, y apartarnos si quiere contactarnos con sus patas. Con calma, esperar a que deje de saltar. y solo cuando sus patas delanteras toquen el suelo, acariciarlo y darle mimos.
2-Cuando el perro comienza a saltar, estar quieto, mirar hacia delante, decir no y girarnos. Cuando esté quieto, indicarle que se siente, arrodillarnos y acariciarlo a su altura.
3-Si estamos entrando en una habitación y nuestro perro comienza a saltar, volveremos al exterior y cerraremos la puerta detrás de nosotros, dejándola un poco abierta. A través de la rendija de la puerta, le indicaremos que se siente. Cuando lo haga, tranquilamente, caminaremos de regreso, nos arrodillaremos y le acariciaremos.
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