Cómo tener una Navidad segura con tu mascota

La temporada de fiestas está llena de emociones, para nosotros y para nuestros perros y gatos, pero también puede suponer unos días complicados para ellos pues su entorno habitual se llena de árboles de Navidad, adornos, flores, luces y bullicio. Para que esto no suponga una alteración significativa de sus hábitos y podamos pasar una feliz y segura navidad con ellos, os proponemos estas pautas.

Evita que tu perro o tu gato la tomen con el árbol de Navidad

Los gatos son animales curiosos por naturaleza, y además, muy territoriales. La “invasión” de un árbol de Navidad en el salón de “su” casa, lleno de bolas de colores, espumillones y luces brillantes supone una irresistible (y peligrosa) atracción para ellos. También los perros se sienten muy atraídos por este icono navideño.

Para intentar que nuestros amigos no la tomen con el árbol, podemos adoptar ciertas precauciones:

– Elegir un árbol pequeño y discreto que no llame mucho su atención.

– Colocar los adornos navideños más llamativos en la parte superior del árbol, la más inaccesible para él (aunque son grandes trepadores), y la que más alejada queda de su visión y de su alcance.

– Procura poner los adornos de menor tamaño lo más arriba posible del árbol, para evitar que se los traguen. Tengamos en cuenta la atura de nuestra mascota a la hora de distribuir los adornos por el árbol, y realizar la decoración navideña-

-Muchas personas con gatos en casa, y con perros, se han apuntado a la tendencia de elaborar árboles de Navidad “de pared”, como un mural de papel, moqueta, etc, que no supone una gran tentación y muy poco riesgo para sus gatos.

Fijar bien el árbol al suelo, para evitar que lo tumben completamente.

Forrar los cables de las luces navideñas, o esconderlos bajo regletas especiales.

– Elegir, si es posible, bolas de Navidad de un material que resulte lo menos peligroso posible para ellos, como tela, cuerda o fieltro.

navidad con mascota

No dejes que tu perro pida comida en la mesa

La tentación de que nuestro perro saboree la Navidad con nosotros dándole un trocito de turrón o cualquier otro dulce o comida típica de estas fiestas, suele ser grande, pero pensemos que resulta nociva e incluso tóxica para su salud. Es muy aconsejable que nuestro perro esté ya educado en su aprendizaje para no pedir comida en la mesa. Y sobre todo, recordar que es muy importante no darle las sobras de la mesa, tened mucho cuidado con que no “robe” ningún hueso, ya que le puede causar asfixia, obstrucciones o perforaciones intestinales.

Elementos de la casa que pueden resultar peligrosos

Además del árbol de Navidad, hay algunos objetos que pueden ser peligrosos si los colocamos al alcance de nuestras intrépidas mascotas.

– El Belén: las figuritas que componen el tradicional Belén son muy atractivas como juguetes para los perros y los gatos, y su pequeño tamaño hace que las pueda ingerir con facilidad. Es conveniente situarlo en un lugar de difícil acceso para ellos.

Velas: precaución con dejarlas en muebles o mesas a las que puedan llegar fácilmente, ya que existe el riego de que se quemen o provoquen un incendio si las dejamos encendidas.

Flores y plantas de Navidad: el acebo, el muérdago y la Poinsettia (planta de Navidad) son ligeramente tóxicas si se ingieren y pueden causar vómitos o diarreas, por lo que deben evitarse o mantener fuera de alcance de nuestro perro. Asimismo si el árbol es natural la mayoría de las especies suelen ser de baja toxicidad, pero pueden causar un malestar leve gastrointestinal (vómitos y/o diarrea) si se mastican sus hojas. Además, si caen al suelo y las pisa, las agujas de pino pueden quedar atrapadas en las patas e incluso clavarse, produciendo irritación y dolor. Lo ideal es delimitar un área de “seguridad” alrededor del árbol y evitar que nuestro perro acceda a él, y limpiar diariamente las hojas o agujas desprendidas.

Los petardos, una pesadilla para los perros

Esta suele ser la peor parte de la Navidad para un gran número de perros, y gatos. En esta época es frecuente que el ruido atronador de los petardos, o las luces fuertes y discontinuas de los fuegos artificiales, aterroricen a tu perro, llevándole (y a ti con él) a una situación de estrés y angustia. El miedo a este tipo de ruidos fuertes e imprevisibles es muy común en muchísimos perros.

Algunas mascotas se muestran tan asustadas y desorientadas que se pueden hacer daño en un intento de huida o búsqueda de protección, mostrar agresividad o escapar y correr el riesgo de atropello o extravío. Es muy importante permanecer junto a él, si se puede, en este momento. Aquí encontrarás seis consejos para intentar controlar esta situación

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