Por qué los gatos necesitan más proteínas que los perros

Es muy evidente que un gato no es un perro. Por esa misma razón, porque no son perros pequeños, su metabolismo y sus requerimientos nutricionales son muy diferentes a las de los cánidos.
Son muchas las diferencias en cuanto a sus necesidades pero hoy nos ocuparemos de una en concreto, su mayor requerimiento de proteínas.
Siguiendo las diferencias evolutivas entre perro y gato, el perro tiene, por naturaleza, una dieta más omnívora mientras que el gato han consumido durante toda su evolución, y siguen consumiendo, una dieta estrictamente carnívora. Esto ha producido una adaptación metabólica específica y, como consecuencia, debe consumir nutrientes de origen animal para cubrir sus necesidades.
Su requerimiento de proteína es considerablemente superior al de otros animales. En un estudio realizado, se constató que, para que los gatitos tuviesen un crecimiento satisfactorio, debían consumir dietas en las que la proteína superase un 30 % del peso seco frente al 20 % necesario en el caso de los cachorros.
Las elevadas necesidades de proteína del gato se deben más al mantenimiento de los tejidos que a su crecimiento. Alrededor de un 60 % de estas necesidades proteicas del gato se utilizan para conservar los tejidos, frente al 40 % que realmente usan para su crecimiento. En la mayoría de las especies ocurre lo contrario, la mayor parte de las proteínas se destinan al crecimiento.
Y, ¿a qué se debe esta particularidad? El motivo es que su hígado carece de la capacidad de adaptarse a las modificaciones de la proteína en la dieta. En la mayoría de los animales, si consumen una dieta rica en proteínas, se acelera el catabolismo de las mismas en el hígado para eliminar por orina los aminoácidos sobrantes en forma de urea. Si la dieta es pobre en proteínas, esta actividad catabólica se reduce y se aumenta de esta forma la conservación de aminoácidos. En los gatos, las enzimas hepáticas tienen siempre una lata actividad catalizadora empleando las proteínas intensamente como fuente de energía para obtener glucosa.
Además de esta característica, el gato metaboliza una gran cantidad de proteína después de cada comida, independientemente de que tenga gran contenido proteico o no. Los gatos pierden diariamente más de 1,2 gramos de nitrógeno endógeno por orina.
Por estos motivos, a los gatos les resulta difícil conservar una reserva general de nitrógeno adecuada en el organismo, a no ser que la asegure mediante una dieta rica en proteínas, y necesitan un mayor aporte que otros animales, incluyendo a los perros.
Existe otro factor exclusivo en los gatos y es el requerimiento dietético de ciertos aminoácidos esenciales, aunque ya hablaremos de ello en una próxima entrada.

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