Cómo limpiar los ojos del perro en tres pasos

Revisar regularmente los ojos de tu perro debería formar parte de sus rutinas de aseo. Los ojos son órganos muy sensibles y la arena del parque, el contacto con la vegetación en los paseos, así como las partículas de suciedad pueden irritarlos, por eso es importante mantener una buena higiene ocular. Al ser tan delicados, puede que nos intimide el manejo de su higiene, pero con estas sencillas recomendaciones nos aseguraremos de que los ojos y sus zonas anejas se mantengan en perfecto estado.  

1. Material higiénico que necesitaremos y su uso correcto

 –Usar siempre una gasa o compresa, nunca algodón (que deja fibras en el interior del ojo o en las pestañas)

– La gasa siempre deberá estar empapada en suero fisiológico, no se debe utilizar la gasa o compresa seca, ya que podría arañar la superficie del ojo.

– Emplear una gasa para cada ojo, porque si se usa la misma para ambos se pueden arrastrar los gérmenes o infecciones existentes de uno a otro.

-No usar bastoncillos para retirar cuerpos extraños a menos que seamos expertos y nos hayamos asesorado con un oftalmólogo veterinario.

-El suero fisiológico recomendado por el veterinario, preferentemente en formato monodosis ya que es más cómodo e higiénico. En el caso de usar suero de botella, se pincha el extremo con la aguja de la jeringuilla para cargarla (luego, por supuesto, se retira la aguja) y se mantiene el envase alejado de la luz solar y del calor, para preservar la calidad y seguridad del contenido.

Si debemos aplicar lágrimas artificiales o algún tipo de colirio o pomada ocular, te recomendamos la lectura de este post 

 

2. Cómo limpiar los ojos a un perro

– Lo primero de todo es lavarnos bien las manos siempre antes de tocar la zona ocular del perro.

– Resulta muy útil acostumbrarlo desde que es cachorro a dejarse tocar todas las partes de su cuerpo, incluidos los ojos, que es algo a lo que suelen mostrarse reticentes.

-Elige un lugar y momento tranquilos, para que el perro esté relajado y la tarea resulte más fácil.

-Si existen legañas endurecidas, vierte un chorrito de suero fisiológico en ellas para ablandarlas antes de retirarlas, lo que haremos delicadamente.

-Si hay que verter el suero fisiológico en el interior del globo ocular, tened precaución de que la punta del envase no toque el ojo del perro.

-Pasar suavemente la gasa bien empapada con el suero por sus párpados cerrados y entre las pestañas, tirar esa gasa y empapar otra para el otro ojo.

-Si el perro tiene pelo abundante alrededor de los ojos es conveniente mantener esa zona con el pelo bien recortado para evitar el acúmulo de suciedad y el roce que ese pelo puede causar en la córnea del perro.

-Si nuestro perro tiene abundantes pliegues de piel cerca de los ojos o estos son prominentes (como el Pequinés, Shih Tzu, Carlino o Bulldog Francés, por ejemplo), hay que extremar la higiene de esta zona e intentar que las revisiones sean diarias, ya que por su especial conformación, los ojos de estos perros son muy vulnerables al encontrarse muy expuestos, siendo muy frecuente en estas razas lesiones como los arañazos o erosiones en los globos oculares, que pueden derivar en úlceras corneales.

-Premiar al perro cuando hayamos finalizado su aseo.

3. Problemas en los ojos de tu perro

Una excesiva producción de lágrimas, o que están sean de color verdoso es indicativo de que puede padecer alguna infección ocular-como la conjuntivitis por ejemplo-, asimismo si notamos que el ojo está enrojecido, es el momento de visitar al veterinario lo antes posible. También hay que observar si alguna pestaña crece hacia dentro, rozando el ojo pues puede desencadenar una úlcera en la córnea.

En general, debemos estar atentos a estos signos, indicativos de que la salud ocular del perro puede estar comprometida:

  • Picor (el perro se frota los ojos con las patas se los intenta restregar con todo lo que encuentra, puede ser indicativo de que se le ha alojado un cuerpo extraño en el ojo).
  • Dolor.
  • Lagrimeo excesivo
  • Secreción.
  • Enrojecimiento.
  • Coloración blanquecina u opaca del ojo.
  • Consistencia blanda o dura del ojo.
  • Inflamación en los párpados.
  • Protusión del tercer párpado (puede deberse a la presencia de un cuerpo extraño).
  • Prolapso del tercer párpado.

Ante la aparición y/o persistencia de estos signos y síntomas es imprescindible visitar al veterinario.

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