¿Cada cuánto hay que bañar a un perro?

Seguro que más de una vez te has plateado esta pregunta. No hay unas indicaciones precisas sobre la frecuencia con la que debemos bañar a un perro. Depende de varios factores como la calidad y textura del pelo, la raza, el estilo de vida y actividad del animal.

Por poner un ejemplo, no bañaremos con la misma frecuencia a un perro de pelo corto que a un perro de pelo largo o que lo tenga rizado. Estas diferencias en su manto determinarán la cantidad de suciedad que recoge el pelo y con qué frecuencia debe ser bañado.

La forma de vida y la actividad del perro también influyen en la frecuencia con la que se ensucia y necesita un baño. Un perro que salga poco al exterior, evidentemente, estará más limpio y se ensuciará con menos frecuencia que un perro que viva en el campo o que, simplemente, tenga un estilo de vida activa, como por ejemplo, haciendo deporte.

Como es lógico, si se ha ensuciado habrá que bañarlo inmediatamente. Si no fuera este el caso, a modo orientativo, como mantenimiento una buena frecuencia puede ser desde 15 o 20 días a, como mucho, 60 días, siempre teniendo en cuenta el animal.

Las razones habituales para bañar a un perro son eliminar la suciedad acumulada y el mal olor, facilitar la eliminación del pelo muerto y mejorar su aspecto en general. Como ya hemos apuntado, el baño debe hacerse con la frecuencia que el animal necesite según su estilo de vida y su tipo de pelo pero, en todo caso, respetando la que nuestro experto aconseje. El hacerlo por encima de dicha frecuencia puede suponer una destrucción de la capa grasa protectora de piel y pelo. Ésta es muy importante puesto que tiene como función ser una protección natural ante ciertas enfermedades y estimula la hipersecreción de las glándulas sebáceas, llegando a provocar seborrea y olor fuerte.

Es importante seleccionar un champú adecuado, y que sea específico para perros, no para humanos. El pH de la piel canina es neutro (entre 7 y 7,4). La mayoría de los champús para los seres humanos tienen un pH ácido y son, por lo tanto, inadecuados para ellos.

A la hora de seleccionar tanto el champú como el acondicionador, u otros productos cosméticos que necesitemos para el cuidado del pelo de nuestro perro, existe una amplia gama a elegir, adecuándose al largo, textura e incluso color del pelo de nuestro amigo.

No debemos olvidar que un cierto “olor a perro” es normal. Si bañamos con frecuencia a nuestra mascota con un producto específico, debido a que presenta un olor fuerte y éste persiste, debemos revisar también oídos, glándulas anales o la boca, pues pueden ser fuente también de malos olores.

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